Bajamar, entre piscinas y charcos en Tenerife

Afortunadamente, Bajamar se encuentra lo suficientemente alejada de los principales puntos turísticos como para seguir, al menos de momento, fuera del alcance del turismo masivo. Y este es uno de los motivos por los que es uno de nuestros rincones favoritos de esta isla. 

Este pequeño pueblo comenzó siendo el lugar de veraneo de los laguneros. Y hoy, es el lugar perfecto para muchos tinerfeños y algún turista que se encuentra de paso, para darse un baño, especialmente en sus piscinas naturales.

Dos enormes piscinas de agua del mar (también hay una piscina para niños) en las que, cuando la marea está alta, entran las olas, y una pequeña playa de arena desde donde se pueden ver las montañas y una espectacular puesta de sol.

A un lado, el Teide. Al otro lado, La Punta del Hidalgo. Y la tranquilidad de un lugar que conserva el encanto de un pequeño pueblo a orillas del Atlántico. 

En verano sus piscinas se llenan de vecinos y laguneros dispuestos a disfrutar del sol sin demasiadas complicaciones...

Las piscinas de agua salada son la opción ideal para los que tienen niños. Un lugar divertido y sin peligro para los más pequeños. Por eso, si lo que buscas es tranquilidad, quizá el verano no es el mejor momento... 

Pero cuando llega octubre, muchos regresan al trabajo y el lugar comienza a ser más solitario y tranquilo... Esta es la ventaja del paraíso, en octubre, noviembre y a veces incluso diciembre o enero, solo es invierno en el calendario. Aqueí la realidad es que no hay sitio mejor que cerca del mar para pasar el mucho o poco tiempo que tenemos libre. 

Y sí, Bajamar, es una buena alternativa...